La mayoría de las personas se sienten intimidadas por el tema de las finanzas, pero en realidad se trata de algo muy simple de entender. Una buena forma de comprender cómo funcionan las finanzas puede ser mediante una analogía con las gallinas y los huevos.
Imagina que eres dueño de tres gallinas, cada una de las cuales te da un huevo al día. Estos tres huevos son todo lo que tienes para comer. Durante la primera semana, tendrás tres huevos al día para consumir, pero si decides guardarlos, podrás acumular suficientes huevos para hacer un pastel de diez huevos.
Sin embargo, si tratas de hacer el pastel sin tener suficientes huevos, tendrás que recurrir a una granja que te deje huevos fiados en crédito, lo que significa que tendrás que devolver más huevos en el futuro. Si optas por hacer el pastel de inmediato, te sentirás feliz por el momento, pero al cabo de unos días sentirás arrepentimiento y tristeza porque te has quedado sin huevos para los próximos días y tienes que devolver los huevos fiados.
La moraleja de la historia es que debemos ser cuidadosos para no gastar más de lo que recibimos o podemos pagar en el futuro, y que es necesario tener una fuente de ingresos confiable y en aumento para poder alcanzar nuestros objetivos financieros. Al igual que el vecino que aumentó su granja de gallinas para tener más huevos, debemos buscar formas de mejorar nuestras finanzas aumentando nuestros ingresos o reduciendo nuestros gastos.
En definitiva, las finanzas se tratan de administrar bien los recursos que tenemos disponibles y hacerlos crecer con el tiempo. La próxima vez que sientas que las finanzas son algo intimidante, recuerda la historia de las tres gallinas y los huevos, y tómala como una lección para administrar mejor tus propias finanzas.