Compararse con los demás: Por qué es devastador y cómo dejar de hacerlo

Admin

Updated on:

Compararse con los demás

Imagina que un día sales de tu casa y notas que al frente de la casa de tu vecino hay un nuevo carro. Al mirar tu viejo auto, ya no te parece tan bonito como antes. Después, abres Facebook y recorres las fotos de tus amigos. Ves que algunos están de vacaciones en otros países y tú piensas que ni siquiera tienes tiempo o dinero para viajar dentro de tu mismo país. Y como si esto no fuera suficiente, miras en Instagram las personas en sus casas lujosas, vistiendo ropa de diseñador, comiendo en los mejores lugares y sonriendo como si no tuvieran ningún problema.

En momentos así, quizás sientes que no has logrado la gran cosa, que tu vida es miserable, que has fracasado en algún aspecto. Es lo que frecuentemente pasa al compararnos con otras personas. Antes era diferente, porque nos comparábamos solo con nuestros vecinos, compañeros, familia o con personas de la pequeña comunidad donde hemos vivido. Sin embargo, ahora todos estamos conectados a internet y nos comparamos con todo el mundo, incluso con personas que no conocemos. Y la verdad es que siempre habrá alguien mejor que nosotros en cierto aspecto.

Esto aumenta en nosotros la autocrítica. A ver, es necesario ser críticos con nosotros mismos, porque esto nos motiva a seguir adelante. Si no fuéramos críticos con nosotros mismos, nos quedaríamos estancados y nuestra vida no tendría mucho propósito. Sin embargo, la autocrítica puede ser devastadora si nos comparamos con otras personas.

Hay tres buenas razones que lo explican:

1. Perdemos el panorama de nuestra vida

Si nos comparamos con los demás, todo lo vemos como blanco o negro, como éxito o fracaso. No vemos nuestro progreso. Imagina que tu amigo gana dos mil dólares al mes y que tú ganas solo la mitad. Si te comparas con él, seguro te gustaría ganar lo mismo. Entonces te esfuerzas mucho y luego de un año logras ganar mil quinientos dólares. Es un gran progreso, has aumentado tu sueldo en un 50% en un solo año. Pero al compararte con tu amigo, ves que él sigue ganando más y te sientes fracasado.

NOTICIAS RELACIONADAS  ¡No cometas los mismos errores! 6 compras que lamentarás después: lo que debes evitar

Otra cosa, si nos comparamos con los demás, podemos perder el panorama de nuestra vida. Imaginemos que dos de tus compañeros reciben un aumento de sueldo y, por el contrario, tú no puedes. Puedes sentir entonces que hiciste algo mal, que la vida es injusta contigo. Por otra parte, quizás en este año tú terminaste una carrera universitaria o mejoraste tus relaciones con tu familia. Si miras la imagen de toda tu vida, podrás ver que, por cierto, has tenido muchos logros importantes. Al compararnos en una sola área, no vemos los otros aspectos de nuestra vida. Además, mientras exista alguien mejor que nosotros, también existirán personas que han logrado menos en algunos aspectos. Compararse con estas personas es igual de peligroso, porque podemos pensar algo como “ahí estoy, mejor que ellos ya no necesito esforzarme más”, y nos estancamos, dejamos de desarrollarnos a nivel personal.

Por estas razones, nunca debemos compararnos con los demás. En lugar de ello, debemos compararnos con nosotros mismos, con nuestros logros del pasado. Al comparar tus resultados de ahora con los resultados del pasado, encontrarás suficiente motivación para seguir mejorando. Y si por alguna razón sientes que cumples tus objetivos sin mucho esfuerzo, o que estás avanzando demasiado lento, esta es una alerta de que debes establecer metas más desafiantes y ambiciosas.

2. Vemos todo como blanco o negro

Compararse con los demás también nos hace ver todo como blanco o negro, como éxito o fracaso. Si solo te fijas en lo que otros hacen, no te concentras en lo que tú haces. Puedes proyectar un futuro oscuro en el que no eres capaz de hacer lo mismo que otras personas, lo que te hace sentir desesperado y desanimado.

NOTICIAS RELACIONADAS  Los 7 hábitos poderosos de las personas ahorrativas para lograr un futuro financiero seguro

3. Nos compara con una imagen de otros que no es real

En redes sociales, una gran cantidad de personas se muestran únicamente en su mejor momento. No venimos por ejemplo, los fracasos que pueden arrastrar, los errores que cometen y los retos que deben superar. Es fácil compararnos con una imagen ilusoria que no es real.

Por lo tanto, si quieres mejorar tu vida, analiza cuánto estabas ganando hace cinco años, hace tres años atrás y cuánto estás ganando al día de hoy. Si quieres salir de las deudas, analiza cuántas deudas tenías hace un año, cuántas has pagado hasta ahora y si no has mejorado, busca dónde estás fallando. Hazlo sin compararte con tus vecinos, amigos o con el mundo, porque el progreso se hace cuando lo comparamos con nuestros logros del pasado, y no con los de los demás. Si tomamos esa actitud, vamos a estar muy ocupados para compararnos con otros.

Deja un comentario