Una contienda fantástica, un torbellino de emociones que duró hasta la noche: Daniil Medvedev derrotó a Alexander Zverev en los octavos de final del Masters 1000 de Montecarlo, por 9-7 en el tiebreak del tercer set.
Una prueba que se basó en gran medida en el talento y los nervios. «Ha sido un partido increíble, una auténtica locura, no puedo mentir sobre eso», dijo el ruso en la rueda de prensa. Ganó el partido sacando dos veces, así que digamos que podría haberlo hecho mejor. Antes de entrar en esta prueba, vi varios partidos en tierra batida; el saque no es tan vital como en otras superficies, y si te preocupas, el partido puede cambiar en un instante. Ha sido un partido tremendo, y estoy orgulloso de lo que he conseguido hoy».

«Estaba hablando con el árbitro sobre una señal, y el público empezó a abuchearme», dice sobre su polémica relación con la gente. Lo volvieron a hacer hoy contra Novak Djokovic y les dije: ‘Vale, no jugaré hasta que os calléis, no había motivo para abuchearme’. Después de lo que pasó en la final del Abierto de Australia el año pasado, he decidido que no jugaré hasta que el público se calle y el árbitro no pueda intervenir. Esto es evidente para mí».

«Es un tenista increíble, entrenamos varias veces juntos y nos conocimos en la academia de Mouratoglou», dice sobre su rival de hoy en cuartos de final, Rune. Nunca he ganado un set contra él en tierra batida, pero hoy (por ayer, ed) he jugado bien, así que ya veremos».