Imagina que no tienes empleo, no tienes dinero o suficientes habilidades, pero aspiras a hacer algo grande en la vida. Te gustaría ganar un buen sueldo o tener tu propia empresa, ¿por dónde deberías empezar? Primero que todo, si estás en esta situación, necesitas adquirir una fuente de ingresos, un trabajo que te genere dinero y te permita pagar tus cuentas.
Porque mira, el problema viene cuando a alguien no le alcanza el dinero para pagar sus cuentas y en lugar de actuar, está viendo vídeos o buscando inspiración en libros. Quizás no acepta un trabajo porque siente que le pagan muy poco o siente que está sobre calificado para desempeñar un puesto menor, y eso no es más que un círculo vicioso. Porque si hay cuentas que pagar, es necesario una fuente de ingresos, no importa cuál sea. De lo contrario, caeríamos en un espiral de deudas. Además, un trabajo es donde adquirimos habilidades y experiencia. La verdad es que necesitamos adquirir habilidades porque eso es lo que nos hará ganar más dinero.
En el caso de que tengas un trabajo donde no desarrollas, necesitas adquirir esas habilidades en tu tiempo libre. Eso significa renunciar a ver películas o ir de fiesta y dedicar ese tiempo para aprender algo nuevo. Pero ¿qué habilidades debemos aprender?
Imagina que no sabes todavía qué quieres hacer en la vida. Una buena idea es buscar un trabajo donde aprendes a vender, porque la habilidad de vender es útil en todos los tipos de negocios. Ahora, supongamos que sí sabes que quieres hacer. Por ejemplo, quieres abrir un negocio X. En este caso, lo mejor sería buscar un trabajo donde puedas obtener las habilidades que necesitas para este negocio. Si quieres abrir una pizzería, busca empleo en una pizzería para conocer cómo funciona este negocio. Si quieres abrir tu agencia de contadores, primero trabaja para otra agencia.
Dueño de un negocio. Cuando abrimos un negocio, somos el dueño, pero también casi siempre somos el único trabajador. El que tiene que hacer de todo y es normal empezar realizando todo el trabajo hasta que los ingresos dan para contratar y delegar tareas. Pero imagina que no quieres perder el tiempo y de una sola vez contratas personas para que hagan las tareas: una persona para contabilidad, otra para ventas y una tercera como tu asistente personal. Podemos hacerlo, pero si no tenemos ninguna experiencia, no sabremos si estas personas están haciendo bien su trabajo. Es muy bueno conocer el trabajo que queremos delegar.
Ahora, muchas personas no tienen dinero ni trabajo, y mucho menos habilidades. Pero inspirados por la historia de algún millonario, quieren saltar de una vez al nivel más alto: quieren ser inversionistas o tener una empresa con muchos empleados que generen mucho dinero. Pero es poco probable lograrlo si no empiezas con algo. Imagina que quieres abrir un negocio sin tener dinero. Puedes hacerlo, pero ¿qué pasará si necesitas esperar meses para que el negocio empiece a prosperar? Por eso, si actualmente no tenemos dinero, no hay nada de malo en tener un empleo que nos permita pagar las cuentas y desarrollar el negocio en las horas extras. Es temporal. No va a ser para siempre. O construimos primero un fondo de seguridad que te permita estar suficiente tiempo sin ganar dinero o simplemente ascendemos paso a paso: adquirimos un trabajo, adquirimos las habilidades, logramos subir de nivel con el tiempo y ganamos más y más dinero.
Y si soñamos con ser el dueño de un negocio, entonces adquirimos habilidades y conocimientos. Tenemos un negocio y con el tiempo delegamos el trabajo a otras personas. Mientras el negocio crece, podemos contratar a más personas hasta que un día los empleados hagan todos los tipos de actividades laborales y nosotros seamos los inversionistas de nuestra propia empresa o buscamos otras inversiones. Sin importar en qué etapa nos encontramos, debemos agradecer cualquier oportunidad de trabajo que nos remunere bien, ya sea de manera monetaria o personal. Y no busques atajos. No busques enriquecerte rápido. Es posible cambiar la situación, pero esto no pasa de la noche a la mañana. Aprende y disfruta el proceso de equivocarte, de cometer errores. Es normal y no hay nada de malo en ello. Empieza ya a crear la vida que quieres tener.